Vistas de página en total

domingo, 8 de mayo de 2011

El placer se escribe con sangre.

¿Cómo es que llegué acá?... Estoy atado y estoy desnudo. Puta madre, de seguro algún estúpido apostó algo y como estaba tan borracho anoche, quedé por acá. Miro por todos lados tratando de encontrar una pista y veo algunas marcas en mis brazos, marcas de sangre. Intento recordar algo, quizá tuve un sexo muy bueno con una chica buenísima y pues, sólo que era un poco masoquista, nada de que preocuparse. Me quedo callado un rato y escucho voces en el corredor, voces suaves e inocentes, esto comienza a inquietarme, eran voces de niños, por la puta madre que los parió, joder, ¿Qué es esto?
Escucho la puerta abrirse, intento cubrirme con algo mi desnudez, pero no puedo, no puedo si quiera moverme, quiero vomitar. La puerta se abre totalmente y veo a una joven entrar. Una joven pelirroja y con un cuerpo de puta madre. Me gusta, mi virilidad comienza a erectarse, al verla acercarse me muevo un poco incómodo, la pelirroja dice mi nombre, pff, que bien se escucha de ella, está a centímetros de besarme, joder, cuanto tarda.
Despierto.
Miro abajo y veo mi masculinidad brotar bajo las sábanas. Puta madre, ¿Cuándo terminará esto? Estúpida pubertad.

1 comentario: